El análisis de los resultados de las elecciones del pasado domingo 28 de octubre arroja por lo menos dos hechos positivos.
En primer lugar, Oscar Ernesto Luciani, del Frente Unión Vecinal de Luján , el candidato más joven de todos los concurrentes a nuestras elecciones, y que por primera vez se postulaba para la Intendencia , ha obtenido una gran cantidad de votos, como respuesta a una oferta humilde y sencilla, y como tal, no poco significativa: transparencia, honradez y voluntad de cambio.
En su recorrida por barrios y en su discurso no hizo promesas irrealizables y utilizó mucho realismo para enfrentar los acostumbrados argumentos que la gente tan bien conoce y considera "mentiras de campaña".
Con sólo estas cualidades humanas de sus candidatos – lo acompaña a Luciani una conocida y laboriosa lista de concejales y consejeros escolares - y modestos y trasparentes recursos económicos, el Frente Unión Vecinal se enfrentó al aparato oficialista y obtuvo el tercer puesto. Que en realidad debe interpretarse como segundo, teniendo en cuenta que los candidatos que obtuvieron los dos primeros lugares estaban respaldados por el mismo partido político en el orden nacional y provincial.
De esto hecho se desprende el segundo hecho positivo: Miguel Angel Prince, que durante quince años (tres desde 1987 hasta 1990, período trunco dada su destitución por iniciativa de los concejales de su propio partido ; y doce consecutivos desde 1995 acá) fue el titular de Departamento Ejecutivo Municipal, amenazando proseguir hasta 2011 para ser el Intendente del Bicentenario – tal su declarada aspiración- no fue reelegido en esta compulsa electoral del domingo 28 de octubre.
Este hecho auspicioso marca el fin de un gobierno infecundo. Luján nada ha ganado con una administración que sólo demostró acabadamente sus pretensiones de convertirse en un imperio. El imperio de quien, moviendo hábilmente los hilos del poder, supo adaptarse al gobierno nacional de turno para asegurar su continuidad.
En estos convenientes vaivenes olvidó al pueblo que lo había considerado uno de los suyos y se enseñoreó en el reinado de la soberbia, que lo llevó a la convicción de una continuidad indefinida.
Una maquinaria de construcción de placas conmemorativas, colocadas ante cada sitio que tocaban sus pasos, fue la única empresa productiva creada durante su reinado. Fuera de esto nada para el progreso de Luján ni para la calidad de vida de sus habitantes. Promesas perpetuadas en discursos reiterados en cada nueva asunción al cargo, en cada sesión inaugural del Concejo Deliberante.
Los vecinos de los barrios venían reiterando hasta el agotamiento reclamos por mejoras en las calles, en la iluminación, en los servicios, sin que se les diese respuesta alguna. En cada período de continuidad princista se inauguraban nuevos interrogantes: ¿lo hará esta vez? Y la respuesta fue siempre la postergación constante, la continuidad de la espera.
Por eso perdió a pesar de la serie de inauguraciones planificadas para la semana previa a las elecciones, los anuncios de obras efectuados en serie durante los últimos días y las actitudes de seguridad demostrada por quienes los acompañaban en el gobierno .
Ahora, frente a numerosas alternativas, el pueblo de Luján ha elegido a un nuevo representante del partido gobernante, en la figura de una mujer que supo hacer un trabajo de hormiga, acompañando a los vecinos en sus reclamos y escuchando sus quejas, tratando de rescatar la imagen del líder político que opta por la acción antes que las promesas.
¿Cuál será el papel del Frente Unión Vecinal en el futuro?
Será, como siempre lo han sido sus componentes, una oposición activa e independiente , que apoyará desde el Concejo Deliberante y desde el Consejo Escolar las acciones positivas y reparadoras de la nueva gestión. Cuenta para ello, como siempre para el servicio de Luján, con el valioso recurso humano que ha trabajado arduamente para la campaña y sin duda, continuará haciéndolo.
Cuenta también con el aporte del nuevo Diputado Provincial , único consagrado en estas elecciones, Juan Carlos Juárez, que con similar independencia , criterio y laboriosidad, se aplicará sin duda a servir a la Provincia, y a Luján.
Hay que agregar, además, que los nuevos concejales y consejeros escolares -Santiago Sarobbe, Roberto Monzón y María Cristina Galeano, así como el futuro Departamento Ejecutivo, tendrán que representar también a 12.000 votantes que, contra su expresa voluntad no vieron el resultado de sus votos.
Así, los resultados de las urnas hablan claro: Esa cifra ha dejado sin representación en el Concejo Deliberante a 12.000 ciudadanos . Algo más para pensar durante los años venideros..
sábado, 17 de noviembre de 2007
El triste fin de un imperio
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