El humo proveniente, durante largos días, de la quema de pastos del Delta, que por insólitos preocuparon profundamente a los habitantes de la ciudad de Buenos Aires y del conurbano, sirvieron a los de Luján para hacer olvidar y disimular las habituales humaredas provenientes de nuestro basural, que afectan peligrosamente a los barrios aledaños, y al tráfico de la ruta 192.
A ello vino a agregarse la reciente irrupción de equipos de periodistas de dos programas de TV capitalinos, que plantearon desde afuera, en tono catastrófico, en plena sesión del HCD y ante la Intendenta, su escándalo por el estado actual del basural, programas que fueron transmitidos estas noches pasadas.
En bien de la claridad y del problema que sí hay que resolver, debo decir que no siempre fue así el basural, que su estado no es de larga data, como se ha dado a creer, y que una acción inmediata es posible, porque una vez lo fue.
Tengo fotos –que pongo a disposición de los medios de comunicación escritos, radiofónicos y televisivos- en que aparece el basural cuando era tratado convenientemente.
El Basural, año 1987
Un folleto editado en 1987 por la Unión Vecinal para documentar acciones, obras y servicios ejecutados durante gobiernos anteriores de Silverio P. Sallaberry, exhibe en su pág. 28, junto con una foto del basural, ya dominado, una breve referencia que cedo a la tentación de transcribir:
"A la altura del antiguo camino de tierra a Sucre y Torres y de la Ruta nacional Nº 192 se compró un predio de 4 hectáreas, el que en un principio fue utilizado para extracción de tosca para diferentes obras camineras de la red vial municipal. Agotada la existencia de tosca, las profundas depresiones existentes fueron utilizadas para el depósito de residuos domiciliarios recolectados en Luján y Villa Flandria, que fueron tapados con capas de tierra, efectuando el relleno sanitario, para lo cual se adquirió una topadora a orugas."
Y así lo repite la leyenda al pie de la foto.
En aquel entonces la basura no quedaba expuesta, ya que sólo con una topadora como dotación permanente, y trabajo continuo, bastaba para cubrirla inmediatamente con tosca.
Las fotos de que hablo muestran la superficie de la cava que ocupa aún ahora el basural, entonces horizontal, lisa y nivelada, sin restos de basura, sin carroña, aves de rapiña, perros, moscas ni fuegos y sí alguna máquina o camión haciendo su ininterrumpida tarea.
Los caminos aledaños, limpios de basura, y por lo demás, en buenas condiciones de tránsito. Apelo a la memoria de los vecinos, de los obreros y empleados municipales que ejecutaban la tarea, y de los transeúntes. Recuerdo haber verificado varias veces el estado del lugar acompañado y guiado por el entonces Director de Servicios Públicos, Irundo R. Costa, circunstancias de las que provienen las fotos en mi poder.
Para dar solución definitiva al tema del basural, en 1995 Sallaberry suscribió con el CEAMSE un convenio para que éste transladase diariamente la basura desde Luján hasta su depósito y planta de tratamiento en el camino del Buen Ayre, lo que permitiría después eliminar el basural y transformarlo.
Electo Intendente Municipal el Dr. Miguel A. Prince en los comicios de 1995, el Intendente Sallaberry, en una fecha anterior la transmisión del cargo, entre octubre y diciembre de ese año, en su despacho y en conversación con el Dr. Prince, – a la que asistí circunstancialmente – le dio cuenta del convenio suscripto, y le expresó que dejaba a su arbitrio su correspondiente remisión al HCD para su necesaria aprobación, considerando su posición de Intendente electo para el período 1995 / 99.
Como se sabe, dicho convenio nunca fue enviado al Concejo.
En definitiva, después de algunas alternativas inconducentes y proyectos frustrados, el estado del basural fue de constante deterioro durante los años de la administración anterior 1995 - 2007 hasta llegar al que ahora ostenta, de basural abierto, sin tratamiento de ninguna especie, previa o posterior a la recolección de los residuos, ni adoptada concretamente perspectiva alguna de solución.
Nada, pues, de cuarenta años del estado desastroso del basural municipal. En todo caso algo menos de doce.
Debo agregar que la Municipalidad no carecía de los medios mecánicos para proseguir, si hubiera querido, con el método elemental pero efectivo del relleno sanitario.
En efecto, a principios del año 1995, Sallaberry había adquirido como equipos nuevos: 1 motoniveladora, 4 camiones, 3 camionetas; y además el equipo vial municipal contaba con 11 tractores, otros 8 camiones, otra motoniveladora, otras 4 camionetas, todos en funcionamiento.
Eso sí: en su "Agenda Pública 2006" el Dr. Prince anunció al HCD la "Relocalización e instalación de nueva Planta de Tratamiento Integral de Residuos" (Expte.4069-2751 / 2002, con origen, como se advierte, en 2002), lo que incluía " la evaluación de distintas tecnologías y líneas de financiamiento para intentar presentar el proyecto integral el mes de noviembre". Y nada más.
Pero "Zona de neblinas " dicen todavía pudorosamente unos extraños carteles de precaución que permanecen aún puestos en la Ruta 192 en las cercanías del arroyo Las Díaz como para informar a los pasajeros que la falta de visibilidad se debe a un fenómeno meteorológico. No hay otros carteles de nieblas puestos por la Municipalidad en todo Luján. Agradeceré que me corrijan si estoy equivocado. Fueron puestos por la anterior administración.
Es claro que el tema integral de los residuos urbanos debe ser resuelto, destino del basural incluido. No es fácil, como no lo es en ninguna parte del mundo. Y no cabe ninguna duda de que el actual gobierno municipal no debe dejarlo para un futuro incierto. Estudio pronto de la solución técnica proyectada y factible, ecuación económica resuelta, problema humano sanitaria y laboralmente encarado, son las condiciones, a mi juicio, con que la comunidad debe afrontar el problema.
Ing. Gerardo A. Amado
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